Los aprendizajes que deja el Buen Fin
Una edición más del Buen Fin termina, y con ello algunas enseñanzas que año tras año las estadísticas, los filósofos y prácticamente cualquier persona con sentido común puede deducir dado todo el fin de semana con mucha exposición a las supuestas “rebajas” de prácticamente cualquier tienda o puestecito que venda algo.
Siempre es importante tener en cuenta algunas de las cuestiones más importantes sobre este tipo de eventos de consumo, sobre todo si eres nuevo o has vivido un tanto engañado por la buena publicidad que durante estos días se presentó de forma masiva.
El Buen Fin es para incrementar el consumo
Por donde quieras verlo ese es el objetivo principal. A diferencia del Black Friday que tiene como objetivo liberar inventario previo a la época navideña, el Buen Fin no está alineado a esas fechas porque en México las empresas no rotan su inventario en una fecha específica, al contrario, yo diría que no es hasta finales de enero cuando de verdad quieren liberar inventario sobrante de todo el año pasado.
El Buen Fin nació para incrementar el consumo de productos en México, no hay más, no es para dar más ofertas, reducir inventarios o por querer ser el Black Friday mexicano. El objetivo será incrementar el consumo y aumentar la economía del país.
Las ofertas no son “ofertones” en la mayoría de los casos
Lo cierto es que conforme llega una nueva edición es menos la publicidad que veo que se enfoca en verdad en transmitir descuentos bastante agresivos. Esto tiene que ver con que no es época de rotación de inventario, peor la otra es que a las empresas no les interesa vender sus productos a un precio por debajo del que ya lo venden.
Lo anterior es por muchas causas, una es que quizá el margen de ganancias afecta de forma considerable a los productos si se les baja el precio. Segundo, aunque es cierto que se monitorean las subidas de precios también es un hecho que subir un 5% los productos, o vender productos de versiones anteriores al precio de hace unos años con ese “descuentazo” son prácticas legales. Tercero, mucho se basa en la demanda y oferta, por lo que así Walmart quiera bajar el precio de los Xbox, si Microsoft no le permite hacer eso pues no va a poder hacerlo, es decir, muchos productos dependen de los proveedores para fijar un precio, ya que quien debe ganar es ambos, el proveedor y socio.
Los ganones son los electrónicos
Yo diría que este Buen Fin siempre está enfocado más en comprar mas artículos electrónicos como televisiones, consolas de videojuego, celulares y línea blanca, en ese orden respectivamente. Es decir, de alguna forma se ha dado preferencia a estos productos, y no sé si por los precios, el deseo de cada uno de estos artilugios en cada categoría, o porque se nos vende la idea que ellos son más baratos estas fechas, pero lo cierto es que fomenta una competencia desleal.
Es desleal porque toda la campaña va dirigido a eso, los centros comerciales se centran en los mismos también, y la percepción de necesidad también ataca a los consumidores. Al final la gente siempre buscará la televisión más grande que pueda tener acceso por el hecho de que ya sea hoy o en un año de todas formas la necesidad de tener nueva tele es inevitable.
El enemigo son los meses sin intereses
Es el verdadero protagonista, ya que esto permite a prácticamente a cualquier persona con tarjeta de crédito pagar lo que sea. Con esto compras la tele, el videojuego, la ropa y algún accesorio adicional, y lo mejor es que todo eso te lo difieren a meses sin intereses. Lo importante de este punto es que la gente no piensa que es mejor comprar algo que dure al menos más tiempo que los meses que pactemos, y que también sea un producto que no vayamos a sustituir en el costo plazo, ya que de lo contrario pagar todo con tarjeta de crédito anticipa una deuda poderosa más cara que haber pagado por todo el producto.
Ese deseo de querer algo que no necesitamos…
Otro de los objetivos del Buen Fin es alentar a la gente a comprar cosas que no necesariamente necesitan. Es parte de la propaganda y forma de manipular la mente, al decirle a los consumidores que sin importar cuánto gasten tienen que gastar en lo que sea, ya que las rebajas de este fin de semana no se van a repetir hasta el siguiente año. Esto es un tanto extraño si lo analizamos pero lógico si lo vemos estos días, donde vemos a gente comprando hasta la cafetera que sin lugar a dudas no necesitan, o adelantando compras que sin lugar a dudas podrían estar más baratas en un mes.
